Cuando comenzamos una vida, a cada uno se le da un bloque de mármol y las herramientas necesarias para convertirla en escultura. Podremos arrastrarlo tras nosotros, intacto; podemos reducirlo a grava; podemos darle una forma maravillosa
Richard Bach.
Autor: Gerardo Arriaga Cervantes Oleo sobre lienzo.
«Oye un canto mi corazón: me opongo a llorar: me lleno de dolor. Nos vamos entre flores: tenemos que dejar esta tierra: […]
… Hizo la frente del metal precioso;armó de plata y bronce cuello y pecho;y por trocar con el cimiento el techo,los pies labró de […]
Hace ya miles de años, cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común sometían a […]
